El perfluoroelastómero FFKM puede sonar como una nueva palabra complicada y grandilocuente, pero en realidad no es tan difícil de entender. Este es un tipo único de goma que usamos para hacer cosas importantes como juntas y junta tóricas. Estas pueden contener líquidos y gases incluso en condiciones muy adversas y desafiantes donde la mayoría de los otros materiales fallarían por completo.
El perfluoroelastómero FFKM es una goma resistente utilizada para formar juntas y junta tóricas. Estas piezas son capaces de soportar altas temperaturas y químicos extremos. Las moléculas individuales de FFKM, que actúan como material interplano en estos sistemas, son simplemente ladrillos muy pequeños que llevan una carga considerable y pueden estar dispuestos muy cerca unos de otros. La piel tiene una embalaje tan denso que se vuelve muy resistente y duradera, así que ten cuidado, no debe rendirse rápidamente.
Las juntas y sellos que forman el FFKM los hacen cumplir su función con éxito como materiales de alta temperatura (HT), siendo los que resisten condiciones extremas bajo las cuales otros se destruyen. Por ejemplo, pueden unirse bien si hay mucha presión (por ejemplo, en máquinas) y calor. También son resistentes a productos químicos que serían tóxicos para otros tipos de material de sellado. Por esto, el FFKM se presenta como una solución perfecta para diversas aplicaciones.
Lo mejor del FFKM es que ofrece una excelente resistencia química. Lo que lo hace muy resistente a muchos productos químicos diferentes, y evita el efecto de rotura o fugas. Esta característica es muy útil en industrias que consumen muchos productos químicos, como petróleo y gas, farmacéutica o incluso aviación. Sellos fuertes son fundamentales para la seguridad y eficiencia en estos campos.
El FFKM se puede utilizar en muchos lugares. En motores, bombas y válvulas, por ejemplo, se utiliza para sellar todo. También se usa para fabricar componentes pequeños, como juntas tóricas y manguitos (pequeñas piezas que ayudan a sellar la conexión). El FFKM se utiliza en aplicaciones críticas y en entornos más difíciles. ¿Por qué la mayoría de las industrias en todo el mundo confían en él?
Lo mejor del FFKM es su robustez cuando se enfrenta a entornos desafiantes. Es capaz de resistir temperaturas bajo cero (-20°C) hasta temperaturas tan altas como 325°C, lo que lo hace muy adecuado para la mayoría de los escenarios. También es resistente a productos químicos potentes (ácidos y bases). Por lo tanto, es adecuado para profesiones en plantas donde las personas estarán expuestas a temperaturas más altas y sustancias dañinas, como plantas de procesamiento químico, refinerías de petróleo y instalaciones de generación de energía.